El jefe de la Diplomacia persa efectuó esas declaraciones en una entrevista en exclusiva con Euronews, cuyos puntos más significativos son los siguientes:
El gobierno del doctor Raisi, desde el principio, centró las conversaciones de Viena dirigidas al levantamiento de las sanciones en un objetivo: O descartamos por completo las negociaciones, o si las iniciamos, deberá haber una armonía entre la forma en que negociamos y el enfoque realista del gobierno del Dr. Raisi. No fuimos a Viena a negociar por negociar, sino para obtener un buen resultado y un buen acuerdo. Y creo que nunca hemos estado tan cerca de lograr un acuerdo como éste.
Ciertamente, las sanciones unilaterales e ilegales de Estados Unidos nos han ocasionado algunos problemas; y la pasividad, desde 2015, especialmente de los tres países europeos (Reino Unido, Francia y Alemania), también. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, incluso durante la administración Trump y su campaña de “máxima presión” contra la República Islámica, el aislamiento de Irán no se ha producido.
Estamos próximos a alcanzar un acuerdo; quedan algunas cuestiones que son nuestras líneas rojas. Hasta ahora, hemos tomado muchas iniciativas y hemos mostrado la debida flexibilidad en la mesa de negociaciones de Viena.
Si hoy decimos que estamos más cerca que nunca es porque hemos informado a los estadounidenses, a través de intermediarios -mis colegas y yo mismo les hemos dicho a la troika, a través de conversaciones telefónicas o en reuniones con sus cancilleres- que “ahora les toca a ustedes, cuáles son sus iniciativas.
Si los occidentales examinan lo que está pasando en Viena de manera realista, en pocas horas podemos cerrar el trato. Para nosotros, la posibilidad de conseguir el acuerdo está en sus manos. Dependerá de su realismo y de sus iniciativas. Seguiremos en la mesa de negociaciones, con seriedad, a pesar de que en varias ocasiones, en las etapas más difíciles, los occidentales plantearon la posibilidad de levantarse de la mesa.
Mantuve una charla con Josep Borrell durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, y le dije: “Mis compañeros se quedarán en Viena, con la misma seriedad y motivación, con el objetivo de llegar rápidamente a un buen acuerdo”. Sin embargo, si la otra parte no se muestra más flexible y creativa, la responsabilidad del fracaso recaerá en ellos.
Creo que uno de los problemas del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) ha sido el papel de las empresas estadounidenses y el lugar que ocupa el dólar en el sistema de circulación bancaria. Incluso durante las negociaciones nucleares de 2015, los estadounidenses impusieron algunas restricciones. Por eso, cuando sistemáticamente recibimos mensajes sobre la buena voluntad del presidente Biden pero comprobamos el comportamiento de la administración estadounidense, se produce una gran paradoja. Por un lado, envían mensajes de buena voluntad y por otro, a veces incluso el mismo día, nos imponen nuevas sanciones.
La doctrina en materia de política exterior del nuevo gobierno iraní, conocido como un gobierno popular y evolutivo, se basa en una política exterior equitativa y una diplomacia dinámica que persigue una cooperación e interacción inteligentes. Esa doctrina abarca a todas las regiones del mundo, incluido el continente europeo. Estamos interesados en desarrollar nuestras relaciones con todos los países europeos. Pero ya advertimos claramente a nuestros homólogos de Francia, Alemania e Inglaterra que, a pesar de los estrechos vínculos que mantenemos con ellos, no reduciremos Europa a esos tres países. Tenemos un plan independiente para desarrollar y mejorar nuestras relaciones con cada país europeo; y en nuestro gobierno eso nos lo tomamos muy en serio.
Respecto a nuestras relaciones con Afganistán estamos en contacto con el órgano del gobierno interino de Kabul; por cierto, hace unos dos meses, su ministro de Exteriores visitó Teherán y les dijimos explícitamente que para reconocer la nueva situación deberían formar un gobierno inclusivo en el que participaran todos los grupos étnicos.
Compartimos una frontera de 900 km de longitud; todos los días llegan a nuestras fronteras más de 5.000 niños, mujeres y hombres afganos. Esa cifra es horrible. El número de refugiados que llega a Irán es enorme y ante los problemas de seguridad, estamos en contacto con el Gobierno Provisional Afgano. Nuestra embajada sigue abierta, pero sobre el reconocimiento les dijimos alto y claro que debían formar un gobierno inclusivo.
En cuanto a Arabia Saudí, damos la bienvenida a la normalización de nuestras relaciones. El mes pasado, tres de nuestros diplomáticos participaron en la reunión de la Organización para la Cooperación Islámica celebrada en Yeda. En mi opinión, eso ha sido posible tras los acuerdos alcanzados durante cuatro rondas de conversaciones celebradas en Bagdad con Arabia Saudí, lo cual pone de manifiesto que se está avanzando.
Y respecto al papel de Iraq, me gustaría enfatizar que cada país ocupa su propio lugar y tiene sus capacidades intrínsecas. Ningún país puede reemplazar a la República Islámica de Irán. Cada país tiene sus peculiaridades y actúa según su propia capacidad. Pensar que Iraq se está apoderando del mercado iraní no sería correcto, en mi opinión. Aunque, por supuesto, el levantamiento de las sanciones facilitará que Irán retome su lugar en los ámbitos económicos y comerciales.
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